Cuando un empresario no es capaz de encontrar
la solución algún problema, viene un emprendedor y hace de lo imposible algo
posible, siempre he creído
en una frase ´´ Como no sabía que no se podía
hacer, simplemente lo hice.´´ El espíritu insaciable, la visión, el ímpetu de
arriesgar y hacer cosas que otros no darían un centavo por ellas, diferencian
muchas veces a un emprendedor de un empresario tradicional, en un mercado tan
cambiante como el de las últimas décadas, sobresalen aquellos individuos
capaces de tomar riesgos y atreverse apostar por proyectos que muchos habrían desechado
o que no tenían tanta relevancia en su momento, el emprendedor se caracteriza
por su actitud y aptitud, esta persona es capaz de asumir nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le
permite avanzar un paso más, ir más allá de donde ya ha llegado. Su espíritu insaciable
es lo que hace que esté insatisfecho con lo que es y lo que ha logrado, y como
consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros. Muchas veces lo arriesgan
todo por ir detrás de lo que ellos creen y son capaces de contagiar y en
ocasiones casi arriar a los que no creen, si encuentran personas que no sirven a
su propósitos o les dicen que lo que él quiere no es fácil hacerlo, simplemente
las hacen a un lado y continúan ferozmente en su camino al éxito.
Lo
que no debe permitir un emprendedor es dejarse contagiar del pensamiento de
otros, su capacidad radica en esa forma de ver las cosas y luchar por
conseguirlas, si no fuese así todo el mundo tendría éxito y fuese un mundo
diferente, pero la verdad es que muy pocos seres sobresalen del montón y son
aquellos capaces de hacer de lo imposible algo posible, porque simplemente no
escucharon lo que los demás decían.
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